Tras caer tres años seguidos en primera ronda, dos veces ante Boston y una con Milwaukee, en 1988 Michael Jordan por fin ganó una ronda de playoff. Lo hizo ante Cleveland y los Bulls se metían en semifinales de conferencia donde esperaba Detroit Pistons. Los Bad Boys de Isiah Thomas, Joe Dumars, Adrian Dantley, Bill Laimbeer o Dennis Rodman. El equipo de Chuck Daly pasó por encima de los Bulls, 4-1 mandando a Jordan a casa. Y repitió en 1989 y 1990, ambas en las finales del Este. Tres años seguidos, Jordan cayó ante los Pistons antes de conseguir ganarle a su rival directo y, ese mismo 1991, consiguió su primer anillo. Y la historia de Luka Doncic contra estos Clippers es relativamente parecida, aunque todavía se está escribiendo el final.

Porque tras caer en 2020 y 2021 contra el mismo equipo, contra Kawhi Leonard y Paul George, por fin los Mavericks se han podido vengar. Por fin, Luka Doncic le ha ganado la partida a su bestia negra, en seis encuentros, y ha conseguido superar una barrera más psicológica que otra cosa. Dallas ya jugó las finales de conferencia, en 2022, pero han tenido que pasar por el rito de fuego de eliminar al antagonista de tu historia. Y no solo mandarlo a la lona, sino potencialmente finiquitar el proyecto. En 1991 se acabaron los Bad Boys y en 2024 puede ser el final de los Clippers como los conocemos. En septiembre tendrán nuevo pabellón, nuevo logo y quizás un equipo nuevo, sin Paul George o James Harden.

El esloveno cerró la serie con 28 puntos, 13 asistencias y 7 rebotes pese al 1/10 en el triple. No fue Luka Doncic solo, por supuesto, quien mandó a los Clippers de vacaciones. Kyrie Irving, que jugó una primera parte horrible otra vez, metió 28 puntos en la segunda parte (acabó con 30) en una exhibición anotadora y de recursos ante la que la defensa angelina nada pudo hacer. PJ Washington metió cuatro triples, Daniel Gafford y Dereck Lively se combinaron para 23 puntos y 15 rebotes y entre todos sumaron 18 capturas ofensivas, destrozando a los Clippers en su propio aro. Y ahora esperan los Thunder, el #1 de la conferencia y un equipo en el que todos pusieron dudas antes de empezar los playoffs, y que barrió a New Orleans.

Los cuatro semifinalistas del Oeste están ahora mismo entre los cinco máximos favoritos para ganar el anillo, una lista que le quedó muy lejos a los Clippers. La serie se le hizo tan larga como la temporada, y sirve de reflejo. Tocaron techo muy pronto y con el tiempo se fueron volviendo más y más mortales hasta llegar a un punto donde no estuvieron ni presentes. Por edad, estado físico y mental, los Clippers no pudieron ni pelear la segunda parte del partido, con Paul George y James Harden perdidos en la defensa de Dallas. Y ambos pueden entrar en la agencia libre, con PG13 teniendo una opción de jugador. Verano importante en Los Angeles, que tienen tiempo de tomar decisiones mientras los Mavericks de Doncic pelean por el anillo.

 

Ni con 50 puntos Donovan Mitchell pudo evitar que Orlando hiciera valer el factor pista y forzara un séptimo. Los Magic, con su joven trío anotando todos por encima de los 20 puntos, superó a Cleveland y se jugará la serie el domingo. En parte porque más allá de Mitchell, los Cavaliers tuvieron un triste 20/50 en el tiro y solo Darius Garland superó la docena de puntos. Al contrario, Paolo Banchero (27), Franz Wagner (26) y Jalen Suggs (22) se hicieron fuertes en casa en la serie donde el local ha ganado todos los partidos. Para este, los Magic tuvieron que remontar en el último cuarto, a donde Cleveland llegó con cinco puntos de ventaja y todavía mandaban a falta de cinco minutos.

Pese a los 18 de Mitchell en el último periodo. El escolta se fue a 50, 31 en la segunda parte manteniendo a Cleveland mandando, pero no pudo seguir el ritmo de Orlando. Banchero metió 10 en los últimos minutos para forzar el único séptimo de esta primera ronda, cargando con el peso ofensivo del equipo. Paolo, junto con Wagner y Suggs se convirtieron en el primer trío de jugadores en anotar 20+ en un partido de playoff con 22 años o menos desde Durant y Russell Westbrook. Lo hicieron con James Harden y con Serge Ibaka. Aquellos Thunder acabaron, un año más tarde, jugando unas finales de la NBA, por lo que motivos hay para ilusionarse en los Magic.

Orlando se ha llevado los tres partidos jugados en Florida con 68 puntos de diferencia, pero la serie cambia cuando llega a Ohio. En Cleveland, los Cavs han sido 25 puntos mejores en casa, ganando los tres partidos. Y el séptimo se jugará en el Rocket Mortgage FieldHouse.